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En este libro, el autor expone por qué actualmente, pese a lo que se piensa en un contexto de libertades y de neutralidad del Estado, no puede haber una realidad intelectual. Quizás deba ser así. Sin embargo, sin una realidad intelectual de pensamiento la realidad insatisface, pero cuando esta se manifiesta, como realmente es, parece que es  mejor que no lo haga. Una primera solución es vivir en una piadosa mentira. Esta ilusión se desvela en esta obra de pensamiento que lucha, sin embargo, por rescatar la intelectualidad necesaria. Hasta el punto de que se desarrolla un mundo intelectual propio a modo de una nueva espiritualidad, en torno al sensacionismo, que se basa en algo que al menos es verdad, la posible emoción en contacto con una realidad intelectual trascendente, una nueva espiritualidad pero no religiosa sino intelectual. Pero ¿cómo es, qué consistencia tiene, qué principios sustentan esa “segunda realidad” de la que hablan también literatos o artistas? Se van desvelando las claves de nuestra sociedad actual desde una perspectiva de fondo o pensamiento, con autenticidad y contenidos  no fácilmente clasificables, pero de forma igualmente irónica y satírica y un cierto tono o apariencia de broma a veces.