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La sociedad argentina ha vivido históricamente bajo un axioma que, más allá de ser socialmente justo, oculta una premisa equivocada: el Estado debe garantizar la provisión de servicios públicos básicos a toda la población, sin importar el costo de generarlos y, por lo tanto, sin importar quién lo paga. Con una mezcla de ingenuidad e hipocresía, se asumía que si el que pagaba era el Estado, en forma directa o a través de cuantiosos subsidios, era como si no pagara nadie. Como resulta obvio para los conceptos más elementales de la economía y la política, es absolutamente lo contrario: lo pagamos todos, con cuantiosos impuestos o con sufrimiento. Si no, que lo digan las familias que deben soportar días de cortes de luz con temperaturas extremas, o las empresas que deben cortar la producción en el mejor momento de su proceso.

El gran mérito de Daniel Montamat en esta obra es que, además de analizar el proceso histórico de la producción y la prestación de servicios de energía en el país con absoluta precisión, lo hace en un texto accesible e interesante, que no se queda en el diagnóstico, sino que aporta alternativas de solución.

Algo más, también infrecuente en estos tiempos: Montamat no estuvo al margen de este largo proceso, sino que fue protagonista de varias etapas, como presidente de YPF, secretario de Energía o asesor en distintos gobiernos.

Un libro necesario que ayuda a pensar y buscar soluciones para un problema fundamental.